Bienvenido al
Centro de terapias alternativas Rosaleah
Has llegado a Rosaleah, un espacio que acompaña a otros a volver a su corazón, a sí mismos, a soltar máscaras, integrar la sombra y liberar miedos y emociones que les impiden vivir con integridad y manifestar la mejor versión de sí mismos. Aleah se me apareció en un sueño, significa alguien que vuelve a casa. Y sí, esa es mi misión personal y colectiva. Rosa se unió a Aleah porque quería volver a mi ser, a mi corazón y eso es lo que en el fondo todos necesitamos, desde ahí se establece la paz y la claridad que nos ayudan profundamente en el día a día.
La vida y sus retos nos ponen a prueba constantemente. Vivimos en un mundo hiperacelerado y exigente donde encontrar espacio para nosotros mismos se ha convertido en un lujo. No nos damos cuenta de que el estrés se ha convertido en parte de nuestra vida y de nuestro cuerpo.
Es esencial, si quieres tener calidad de vida, encontrar espacios donde puedas cuidarte, sentir, conectar y relajarte.
Independientemente de la etapa de tu vida en la que te encuentres: Te ofrezco mi consulta individual, mis talleres y mis encuentros para tener un lugar donde conectar contigo y tus necesidades. Puede ser en persona o en línea.
En el Centro Rosaleah encontrarás un lugar donde revisar lo que no funciona en tu vida con la intención de dar los pasos necesarios para cambiarlo. Un lugar para cuidarte, disfrutar y aprender nuevas formas de relacionarte contigo mismo y con el mundo. Un lugar para ganar confianza y conectar con tu sabiduría interior. En definitiva, te ofrezco un lugar para aprender a Ser en lugar de a hacer.
Qué
dicen nuestros clientes
Ana – ChileRosa eres una excelente terapeuta. Que útil me ha sido aprender los tres primeros niveles de reiki. Te mereces todo el amor del universo y más, gracias por ayudarme a conocerme y abrir mi corazón a la vida. Me acompañaste en los momentos más difíciles y me diste herramientas para andar sola y aprender a disfrutar del ahora.
Esperanza – MadridHe sentido el color y la vibración de los cristales durante el curso y comprobado que si estamos atentos podemos sintonizarnos con el conocimiento y la energía de cada mineral que nos rodea. Gracias por todo.
Chus – BarcelonaUnos encuentros diferentes donde el cuerpo y el alma se unen, gracias
Irma – Consteladora familiar, MéjicoEres una estrella que ha sido enviada por la Galaxia en la tierra para tocar y enseñar con su Luz a aquellos seres que eligen trabajar en la luz y desde el corazón. Gracias para tocarme y compartir tu Luz conmigo.
Pau – BarcelonaEn este taller descubrí el potencial sanador que tiene la voz. Una forma distinta de expresar, liberar y transformar energías que muchas veces están estancadas en nuestro interior.
Qué
dicen nuestros clientes
Carlos – AndorraDescubriendo un mundo nuevo con la voz, su energía sanadora, he aprendido a liberar mis bloqueos y a abrir mi cuerpo con eficacia
Katarina – Republica ChecaMe ha servido para ser visible, atreverme a hablar en público, soltar bloqueos en mi garganta y dejar que mi niña cante. Muchas Gracias
John – InglaterraEncontre mi voz ancestral, el chaman que llevo dentro, libere emociones del cuerpo y del alma. Gracias por este hermoso curso
Silvia – ZaragozaHe vivido este taller desde la sinceridad conmigo misma y con los demás, y siento y escucho el momento, la expresión, aquel recuerdo, aquellas lágrimas que no fueron vertidas, aquella pequeña batalla que evité, aquellas alegrías y me encuentro y me reconozco por primera vez de esta forma. Disfruto de contemplar mi sonido y el sonido colectivo del resto de voces expresándose. Lo mágico del curso ocurre en el instante en que la voz de los que participan, cada uno sintiéndose a sí mismo, se une y nace una voz única y luminosa que nos conecta y nos representa como grupo destinado a esta unión sonora. Una maravilla!
Gregorio – AguavivaNormalmente me cuesta muchísimo relajarme y cantar en público. Durante todo el taller he sentido el apoyo de Rosa y del grupo para vencer mi auto-limitación y disfrutado del proceso con alegría. Hoy he sentido que mi cuerpo y mi voz se unían con gran naturalidad. Gracias!