Todas las mujeres hemos pasado por momentos en que hemos querido ser como otras, envidiando actitudes, belleza, éxito y negándonos el don de la aceptación.
La imagen que contemplamos del pintor ingles Edward Burne Jones muestra la imagen de mujeres contemplando su propio reflejo.
Esta imagen simbólica y poderosa nos invita a mirarnos y aceptarnos tal y como somos con nuestras curvas, arrugas, diferentes experiencias, corazones, sonrisas, sueños….porque cuando vemos a otra mujer, ella es nuestra hermana, compañera, y cuando criticamos o juzgamos a otra, nos condenamos a nosotras mismas.
Todas somos validas independientemente de nuestras experiencias, cultura, edad, peso, y creencias……….todas queremos en el fondo lo mismo. Dentro de nosotras hay niñas creadoras, soñadoras, danzantes, aventureras que en algún momento se han asustado y creado una caja que las protege y sofoca a la vez.
Vivimos en un mundo lleno de etiquetas, estereotipos que parecen pedirnos a gritos pertenecer a alguna cuando en el fondo la naturaleza femenina es libre y desea fluir más que estancarse. A causa de ello muchas mujeres se pierden y confunden en el camino siguiendo parámetros que son obsoletos, absurdos y que solo llevan hacia la inseguridad.
Rosa Puerto